Entre las complicaciones que puede presentar, está el desarrollo de la úlcera gástrica o duodenal. Para dicho caso, el diagnóstico se realiza por medio de Endoscopia digestiva y, adicionalmente, una biopsia de la mucosa digestiva. Así mismo, se incluye en el tratamiento la ingesta de Antiácidos, Inhibidores de la Bomba de Protones (como el Omeprazol), y dar antibiótico que erradique el Helicobacter Pylori. Lo anterior lograría disminuir el riesgo de evolución a cáncer y, además, mejorará los síntomas.