En pacientes consientes y no intubados, esto se puede lograr hablando de todo lo que en su vida le esté produciendo desaliento. En la misma línea, le permitirá mediante palabras el lograr desahogar todas las dificultades guardadas que no podía expresar. Sin embargo, en pacientes intubados, que a su vez reciben sedantes potentes, esto ya no es posible.